lunes, 7 de octubre de 2013

De ilusiones se vive igual que de ilusiones se muere.

Perdóname, si no fui hecha a tu medida,
-decía,
y no apartaba la mirada del café.
Y no decían nada más. Compartían una película francesa, tal vez cine ruso, y una botella de algo dulce. Ella lo invitaba a café, con azúcar o con besos. Cuando él la llamaba salía a la calle vestida de verde porque ése es el color de la esperanza. Perdía la cabeza cuando él pronunciaba su nombre, porque sólo él sabía hacer que sonara protegido o feliz, por el simple hecho de estar entre sus labios. Iba renunciando a todas las vidas posibles por una sola. Y qué le vamos a hacer. Pasa lo mismo cuando los otoños deshojan sin piedad a todos los árboles.
Cuando le dijo que iba a irse, todas las palabras se agolparon en su garganta y no supieron ordenarse para salir. Clavó la mirada en sus pies y su cabeza empezó a componer una canción que no sabía muy bien de qué hablaba. El cielo estaba nublado, amenazaba tormenta, y sin embargo, la primera gota de agua del mes de septiembre cayó de sus ojos. A veces el miedo te da valor. 
Siempre voy a quererte, 
-dijo,
y se marchó sin dar un portazo.

"¿Sabía que la memoria olfativa es la única que no se deshace? 
Los rostros de aquellos a los que más amamos se desvanecen con el tiempo, las voces se borran, pero los olores nunca se olvidan."

6 comentarios:

  1. Me alegra el día entrar y ver entradas nuevas...
    "El cielo estaba nublado, amenazaba tormenta, y sin embargo, la primera gota de agua del mes de septiembre cayó de sus ojos. A veces el miedo te da valor." me ha encantado, sobre todo, esto, de verdad.

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    1. Pues no te acostumbres. Pero muchas gracias, a mí me alegra el día leer tus comentarios ♡.

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  2. El miedo es tan clave como el amor.

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  3. Qué preciosidad de texto. Se nota que se marcha sin rencor pero con tristeza. Me ha encantado, y me encanta como lo has narrado todo. Simplemente precioso. Te sigo porque realmente me ha encantado como escribes, nunca dejes de hacerlo. Te espero por mi blog.
    Un beso,
    Ana.

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