martes, 23 de abril de 2013

Que por muy grande que sea el mundo, yo prefiero tu habitación.

-Hola. Dios, odio hablarle a tu contestador... Ni te imaginas las ganas que tengo de oír tu voz, y es triste que me tenga que conformar con un aparato habiéndola tenido a dos centímetros de mi oreja. Bueno, sólo quería decirte que... *Piiiiiiiiii*
Hola. Soy yo de nuevo, se me cortó. ¿Ves? Joder, odio esto. Es como si tuviera que pedir permiso para entrar en tu vida después de lo que...
No sé cuánto tiempo tengo, sólo venía a decirte que te echo de menos. Joder. Yo era el puto chico malo, ¿vale? No sé en qué momento cambiaron los papeles... Supongo que tú... No sé, con tu mirada de inocencia, tu flequillo desordenado y tus gafas a la mitad de la nariz y la cabeza siempre en cualquier otra parte... Quiero decir que me cambiaste. Contigo descubrí lo que era las noches hablando en lugar de follando, supe echar freno y valorar hasta la más mínima sonrisa que salía de tu boca. Supe que tirarme a otras no era comparable a verte salir de mi habitación en pijama y que me comas las tostadas. Me  di cuenta de lo gilipollas que había sido por no buscarte desde el primer segundo, y no sé por qué buscaba entre las piernas de otras lo que solo encontraba colgado de tu puta mano. Yo nunca habría muerto por besar a alguien, y sin embargo tú siempre tuviste... Tuviste ese algo. Repito que yo siempre fui el chico malo, y ahora, este chico malo te pide que vuelvas. Yo no soy nada, tú lo eres todo, ¿te acuerdas de las discusiones para ver quién era más "todo", y quién era más "nada"? Bueno, pues yo ya no tengo claro cuál de los dos quiero ser... Sólo sé que sea lo que sea, quiero serlo contigo. Te quier...*piiiiiii*

No hay comentarios:

Publicar un comentario