Venga, vete, pírate.
Yo pongo los carteles de "se busca" Reparto fotos tuyas, con tu sonrisa de idiota. Voy por ahí preguntando por el chico de rizos morenos desordenados y ojos soñadores. Disimulo las ojeras con maquillaje, esbozo sonrisas tristes.
Quedamos a las cuatro en cualquier calle fría y sin nadie que pueda vernos (envidiarnos). Te peinaré los rizos, te meteré las manos en los bolsillos de mi cazadora, te sonreiré y acariciaré tu nariz con la mia, como hacía cuando nos sentábamos en la cafetería de esa plaza con tantas flores, mientras comíamos cruasanes pringados de mantequilla y mermelada de melocotón. Pasearemos saltando de charco en charco. Reiremos con la mano en la boca para no despertar a medio París. Cuando sea de día, volveremos cada uno a nuestra guarida, y no podremos desayunar juntos, pero tendremos la noche entera para comernos a besos. Y todo por escapar un rato de todo. Por perdernos casa por casa, esquina por esquina. Para robar un par de flores y dejar que me las colocaras en el pelo como tú sabías hacerlo. Y pintar en las paredes y en las aceras nuestros nombres, hasta acabar con las manos llenas de tiza. Volar como pájaros, flotar con el polvo, dar vueltas como dos peonzas.
Ser libres.
Ser envidiables.
Ser únicos.
Querernos como nadie.