jueves, 28 de febrero de 2013

El zagúan donde te desnudé, sin quitarte la ropa.

No tiene nada. No, óyeme, muéstrate al mundo; no lo tienes.
No tienes la sonrisa perfecta recién salida de Hollywood, la cara de rebelde que parece que todas buscan, las zapatillas último modelo ni la piel más suave del mundo. Esos hombros cuadrados que dan ganas de abrazar, ni alguna cualidad de las que ya no quedan. Ni la voz grave, tampoco atractiva o sugerente. Ni el pelo perfectamente peinado, como con escuadra y cartabón. Ni el olor que se te queda en la ropa y que te persigue sólo en tus mejores sueños. Ni los detalles del chico sacado de cualquier libro. Y cuando caminas, tienes el mismo paso desgarbado que tienen todos. Pero... Pero, mira, cuando te giras y sonries, no sé. Es idiota decir esto, pero es aún más idiota quedarme mirando. Es mágico. Y me gustaría que el mundo entero se parara para mirarte un puto segundo. Para mirar el lunar de tu mejilla, la curva de tus cejas, tus ojos entrecerrados y tus mejillas tensas, como si solo estuvieran ahí para sostener esa sonrisa capaz de lograr que todo se rompa en un segundo y al siguiente haya cambiado y no vuelva a ser como antes. ¿Sabes el vértigo que se siente al estar sentada a tu lado? Y me gustaría que todos lo vieran, aunque te dijeran que sigues sin tener nada. Óyeme, para mí lo tienes todo.
Supongo que por eso me pasaría la vida describiendo la camiseta que llevaste ese último día, la manera en que el suelo resbalaba cuando me sacaste a bailar y lo mucho que te brillaban los ojos en mi último sueño. Escribo lo que no puedo decirte, lo que siento cuando me imagino reflejada en tus ojos color café. Y ya sabes lo que dicen, que la literatura es arte, por eso escribo sobre ti y no sobre mí, sobre lo que podríamos ser y nunca, jamás, seremos.

Hoy, mi blog cumple un año. La verdad es que se me hace raro volver a estar escribiendo aquí, como aquella tarde en la que empecé todo esto, pensando que a nadie le gustaría leerme. Me gustaría daros las gracias a todos los que me dedicais parte de vuestro tiempo; gracias a los que me escribis pequeños comentarios llenos de grandes consejos, que prometo que leo y tengo muy en cuenta. Muchas veces esta es mi única via de escape, y tengo la firme creencia de que mi cabeza habría explotado de no tener parte de mí misma aquí. De echo, en este blog hay cosas que no le contaría a nadie. Por eso, a todos vosotros, gracias por tragaros mis problemas y mis desahogos en silencio. Pequeñas personas detrás de una pantalla, sois muy grandes.

5 comentarios:

  1. ¿Cómo eres tan mona? :D
    Ya sabes que en parte es gracias a tu entrada del otro día, puedes cogerla si quieres :)

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  2. ES PRECIOSA, y me quedo corta. Enserio, hermoso. Muchisimos besitos

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