martes, 5 de marzo de 2013

Fuera se te echa de menos.

Primero pido perdón, por si te quise de más. O si te quise de menos.

Me gustas. Es lo que se dice cuando se piensa que no queda más mundo, más personas, por conocer, ¿no?
Me gustas, y me gustas de polo a polo, de extremo a extremo. Me gustas cuando sales de la ducha con el pelo empapado, cuando veo que el cristal empañado del baño has dejado escrito mi nombre. Cuando me sonríes mientras te lavas los dientes y se te escapa un hilillo de pasta por la comisura de la boca. Me gustas cuando rompes a reír y parece que el mundo se cogela, en pleno junio. Cuando no callas, cuando me cuentas hasta el último detalle con ojos de niño pequeño. Me gustas cuando necesitas espacio de cinco metros, y de cinco centímetros. Me gustas cuando me quitas el auricular del oido para decirme que me quieres. Cuando me coges en brazos, y cuando me llevas al sofá para comernos a besos. Cuando pones esa sonrisa torcida tan tuya (tan mía). Cuando me coges de la mano de forma natural. Cuando te me quedas mirando y sonries, como si pensaras que no me doy cuenta. Cuando agachas la cabeza para que el aire no te despeine. Cuando miras por la ventana con rostro serio y tarareas nuestra canción. Me gustas cuando me plantas un beso y haces que pierda el hilo de lo que estaba diciendo. Cuando me haces el desayuno y me quemas las tostadas. Cuando finges que eres un niño pequeño, cuando dejas que te mime. Cuando entierras tu nariz en mi cuello porque dices que te encanta mi colonia. Cuando te veo apoyado en la pared, esperándome. Cuando echamos a pares y nones a quien le toca hacer la cama. Cuando me picas, me haces cosquillas y te ríes porque me pongo colorada como un tomate. Cuando me miras a los ojos como si te encantara lo que encuentras en ellos.
Me gustas. Y no sé la cantidad de personas o los kilómetros de mundo que faltan por conocer... Pero es que yo solo quiero conocer lo que tú quieras enseñarme.

2 comentarios: