jueves, 29 de noviembre de 2012

"¡Oye! Sólo decirte que no quiero que cambies, que tu vales, que no llores, que no sufras, lucha, no desistas, pero sin excederte demasiado, ésa cara bonita tiene que tener siempre su preciosa sonrisa."

"A mí esto siempre se me dio bien. Veía algo, me jodía, apretaba los dientes y pasaba sin mover un músculo, como si no me importara. Miraba al techo, suspiraba, hasta que no hubiera peligro de que mis lágrimas se desbordaran. Fingía que era fuerte. Ahora debo serlo de verdad, y tengo una buena razón para aguantar. "
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario