domingo, 6 de mayo de 2012

F-E-L-I-C-I-D-A-D

Asi que, al final, no fue más que una broma, una especie de venganza, porque piensas que me lo merezco.Me río en tu cara. Que pena que no sepas ni la mitad de la historia, pero, desgraciadamente, no me importas lo suficiente como para querer explicarte lo que pasa de verdad. Quizá pienses estar haciendo lo correcto, tal vez, pienses que estás siendo justo, pero la verdad, es que me da igual.
No llegaste a engañarme. Me da igual que digas que sí. No confío en ti, hace meses que no lo hago, y en esta ocasión, tampoco lo hice. Todo demasiado raro, demasiado espontáneo. Apareciste de repente y pim, pam, pum, ¿debería creermelo? Nadie en mi situación lo habría echo, no te engañes, te conozco, te tengo calado, no me engañarías ni aunque quisieras. Que lástima, ¿no? Pero no estoy triste, ni disgustada, ni siquiera enfadada; solo decirte que a pesar de lo patético que eres, espero que todo te salga bien, porque llevas mucho tiempo apostándolo todo por una persona y, si te queja, te quedarás solo y sin nada. Quizá deberías pensar lo que haces, pero es tarde, y no voy a ser yo la que se preocupe por ti, no, ya no.
Soy feliz; gracias por darme motivos para mandarte a la mierda. Fue lo mejor que pudiste hacer y lo mejor que pude hacer yo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario