domingo, 27 de abril de 2014

Puedo darte los lunes. Para empezar con calma la semana, para dejar que me entretengas entre la familiaridad de tus sábanas al decir "venga, sólo cinco minutos más."
Puedo darte los martes. Para que me mires caminando bajo los árboles vestidos de otoño, que se preguntan a qué viene la primavera de mi sonrisa, porque no saben que es culpa tuya.
Puedo darte los miércoles. Para cantar mientras hago café, y dejar que mi melodía se mezcle con la tuya, recién salido del baño una vez que te has adueñado de mi ducha, y tu pelo huele a mi champú.
Puedo darte los jueves. Para dibujar corazones en la palma de tu mano, para hacer garabatos mientras tú me miras, para sentarnos en el suelo a que la gente nos mire al pasar. Para limpiarte las impurezas, para borrarnos las cicatrices.
Puedo darte los viernes. Para perdernos en una biblioteca y jugar a leer todos los libros con la portada de color rojo. Para no decidirnos, para que nos echen la bronca por los murmullos alterados y las carcajadas mal disimuladas. Para coger cualquier libro que no hable de amor, para leerlo por turnos mientras el otro mira, para olvidarlo en la mesa y descifrar los poros de la piel. Para que se pase el plazo y no lo entreguemos a tiempo.
Puedo darte los sábados. Para encargar que nos traigan comida a casa. Para dos, siempre para dos. Para comer hasta reventar, para sentirnos culpables, para quedarnos embobados, para hacer promesas, para hacer planes. Para acomodarme en tu pecho, para que tu corazón me lata, para que tu piel se erice y así pueda quedarme clavado en ella.
Puedo darte los domingos. Para buscarte las cosquillas, para elegir perder la memoria, perderla, y volvértelas a buscar de nuevo. Para que, como dicen, una cosa lleve a la otra. Para dejar que el tiempo nos arrastre, para ver cómo se desliza la tarde, cómo el sol desaparece de tu cabello, cómo la luna se adueña de tus pupilas.

Puedo darte los domingos por la noche; para volver a empezar.


Puedo darte
todo
todo
esto.
Porque ya te quiero, y aún no te he visto,
y aún no te conozco.




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