Ya sé de sobra que tiene esa sonrisa y esas maneras.

Espero poder curarme de ti en unos dias. Debo dejar de fumarte, de beberte, de pensarte. Es posible.
¿Te parece bien que te quiera tan solo una semana? O tal vez ese ratito cada mañana, antes de ir a desayunar. O quizá podrías regalarme una noche. Solo para nosotros; para engañarnos, para creer que somos libres. Para chocarnos, meternos el ostión del siglo y ver las estrellas, o para dejar las estrellas nos miren a nosotros. Para ser estrellas. Bueno, al menos yo quiero salir de este universo para meterme en el universo que se esconde en los lunares de tu espalda. Y puede que luego nos quede un rato para salvar el mundo sin salir de tus brazos. Oye. . . ¿Sabes? Yo no soy ninguna heroína. Pero eso no impide que tú seas mi héroe.