jueves, 4 de octubre de 2012

-"Sonríe", dicen. "Olvídalo", sugieren. Y ni siquiera se les ocurre pensar que no soy capaz ni de lo uno, ni de lo otro.-

Empiezas a importarme demasiado. Por desgracia.
Tal vez, si tan solo hubiera una persona que pudiera entenderme, todo sería más fácil. Bueno, no. Puede que solo fuera más soportable.
Alguien que me abrazara, alguien que me sonriera, o alguien cuya sonrisa bastara para hacerme sonreír a mí. Alguien que sacudiera la cabeza, pensando, y finalmente me aconsejara, intentara llevarme por el camino correcto, o simplemente, me diga que haría ella en mi lugar. Pero es que, en el fondo, no quiero contárselo a nadie.
Me siento estúpida. Lo he repetido montones de veces y no dejo de parecer una niñata estúpida. ¿Y tú? ¿Tú qué eres? ¿Mi capricho, mi antojo, mi necesidad, mi adicción? ¿Ves? Ni siquiera sé lo que eres, y por descontado, no sé lo que siento por ti. Sólo sé que puedo pasarme horas, un día entero, mirando un punto fijo, imaginando que estás ahí. Y solo eso, hace que me sienta mejor, menos vacía. Sólo sé que sonrío, sonrío casi sin poderlo evitar, ando deprisa, muevo la pierna sin parar, cada vez que oigo tu nombre. Pero al mismo tiempo, el lío que tengo en la cabeza y el no importarte una mierda, hacen que ni siquiera tenga ganas de levantarme de la cama cada mañana. También sé que yo soy la chica que se ríe con cada una de tus ocurrencia. Como una boba, eso es. También fui yo la que se sintió completa cuando se te ocurrió cojerme en brazos mientras me besabas. La que daría cualquier cosa por volver a estar ahí mismo, abrazada a ti. Caminando con tu brazo alrededor de mi cintura. Y no sé de qué va esto, nunca sé nada. Todo pasa y yo me quedo ahí, aislada, pensando en lo que no debo. No sé quien eres, y tampoco sé quien soy yo. Pero sobre eso último, tengo una ligera idea. Soy una más. Ni la más guapa, ni la más graciosa, ni mucho menos la más especial. Sí, solo soy una más, pero desgraciadamente, también soy la que abraza tu peluche cuando, cada noche, siente que el mundo se le cae encima. Desgraciadamente para mí, sólo para mí, que soy la que se jode por no tenerte aquí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario