martes, 25 de septiembre de 2012

-Y es que, sin querer, cada vez que lo veo saludando a todas esas chicas. . . Conservo la esperanza de que, de pronto, se gire y me dedique esa sonrisa, especialmente para mí, solo para mí. Una bonita, una de esas suyas, tan deslumbrantes. Y que se acerque. Aunque no me bese, aunque no me abrace, aunque no diga nada. A mí me basta con que me mire. Y que solo con esa mirada me diga "eh, tú eres mucho más importante que todas ellas". Lo sé, soy estúpida.
-Enamorada.
-¿Qué?
-Estúpida enamorada.

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