miércoles, 11 de julio de 2012

Y hoy todo lo que tengo que contar es esto: una tarde perfecta con el chico perfecto♥

Aún recuerdo esa sensación que experimenté al entrar en ese salón y ver que tú no estabas en él. Una mezcla de desilusión y tristeza, el sentirte vacía. De pronto, como por arte de magia, sin que nadie lo espere, tal y como haces siempre, apareciste, con un par de zapatillas en la mano. El tiempo pareció detenerse por un segundo, y eso fue lo que necesitaste para esbozar esa sonrisa que conozco tan bien, la única que logra que el pulso se me acelere, la que hace que me sienta real, como si hubiera encontrado mi lugar en el mundo y estuviera justo en él, contemplando tu sonrisa. No la recordaba tan maravillosa. Y de repente, estamos tú y yo sentados uno al lado de otro, riéndonos, gastando bromas. Tú me tiras del pelo de vez en cuando, juegas a hacer que me enfade porque sabes que lo único que consigues es hacerme reír. ¿Qué puedo decir de ti? Que me encanta tu sonrisa, y no me cansaré nunca, jamás, de decirlo. Me gusta la manera en la que sonríes, cuando haces aparecer esa sonrisa pícara de niño pequeño que hace que se iluminen tus ojos verdes. Y que estás tonto, tontísimo... Muy tonto. Mi tonto
¿Sabes? Me parece frustrante, una auténtica mierda, eso de tenerte a mi lado, tenerte tan cerca que puedo oirte decir hasta el susurro más callado, y no poderte besar~

2 comentarios:

  1. Es un texto precioso, tiene algo de especial, se siente tan cercano al leerlo...
    Muchas gracias por pasarte por mi blog, espero verte de nuevo por allí.
    Un besito

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