lunes, 9 de julio de 2012

Te quise más que a mi vida. Ese fue mi error.

Dicen que cuando quieres decirle algo a alguien pero no puedes, lo que tienes que hacer es escribirle una carta y quemarla. Cuando lo oí, empecé a pensar que tal vez no sería tan malo dedicarte un par de lineas, de nuevo, para decirte lo que no sabes, porque que no vaya a poder quemarlo escribiéndolo aquí no significa que no pueda escribirlo, al fin y al cabo.
Empezaré diciéndote que me enamoré de ti, hasta el punto de llorar por las noches porque no te tenía, de suspirar como una loca y sonreír como una boba. Supongo que es lo más importante, y también lo que nunca te dije. Estaba totalmente colada por ti, hasta el punto de sonrojarme cada vez que te veía y no ser capaz si quiera de saludarte sin que me temblara la voz o las rodillas. Hablar dos segundos contigo bastaba para tenerme contenta el resto del día y con uno de tus te quieros, lograba rozar el cielo. Fuiste tú el que hiciste inmejorable el verano pasado, el que pudo ser nuestro verano. No creas que se me ha olvidado que el 28 de Julio se cumplirá un año desde aquel día en el que pude estar a tu lado pero no quise. Miedo. Esa palabra aun me quema la boca al pronunciarla, y cuando pienso en ella todavía evoco tu cara. Tuve miedo de estar a tu lado, supongo porque para mí era un paso demasiado grande, o yo qué sé.
También quiero aprovechar para decirte, con esta carta que nunca recibirás, que no me arrepiento. Que hoy por hoy, no me arrepiento de dejar que formaras parte de mi pasado, porque eres eso, pasado. Ya he dicho que estaba total y absolutamente enamorada de ti y no lo retiro. Pero estaba enamorada del chico que conocí por casualidad un febrero cualquiera, el que marcó mi verano, el que hacía bobadas, aquel chico despistado y loco, no de esa persona extraña en la que te convertiste cuando apareció ella. Porque al principio, cuando sabía que estabas con ella y no conmigo y veros juntos me dolía como si me clavaran un cuchillo, seguía enamorada, pero quiero decirte que cambiaste. Supongo que eso fue lo que hizo que finalmente, te olvidara. Un golpe tras otro, sin cesar. Me tomaste el pelo y creo que hasta te burlaste de mí. No estoy diciendo que estemos así por tu culpa, aunque más de una vez en estos tres meses lo haya pensado. Es más bien que tomaste otro camino y dejaste el chico que yo quería para convertirte en el chico que ella quería. Solo me queda decirte que nunca deseé otra cosa que no fuera verte feliz y que me alegro de que lo hayas conseguido y espero que te dure mucho tiempo. Y no te odio, te aseguro que no. Te deseo todo lo mejor de este mundo, aunque hayas cambiado o aunque hicieras cosas que no estuvieron bien. Te dije que te quería. Y aunque ahora ya no te quiera, ya te haya olvidado, ya no me acuerde de lo que me decías en cualquiera de nuestras miles de conversaciones que me hacían sonreír, supongo que el recuerdo de lo muchísimo que llegué a quererte es lo que hace que no pueda desearte otra cosa que que seas feliz. Asi que, suerte. Sigue con tu camino y yo seguiré con el mío. Yo no miraré atrás, espero que tú hagas lo mismo.

2 comentarios:

  1. Linda entrada:)
    u.u que triste,si es cierto tal vez el error mas grande es entregarlo todo,dar cualquier cosa por esa persona :C
    Un beso :3

    ResponderEliminar
  2. Si, supongo que es triste, pero lo más bonito es cuando logras superarlo y querer a otra persona, puede que no de la misma manera, pero si con la misma intensidad, o incluso más (:
    Muchas gracias por tu comentario. Besos :D

    ResponderEliminar