martes, 3 de julio de 2012

Escribí tu nombre junto al mío en una piedra pequeña y la lancé al mar lo más fuerte que pude. Detrás, solo escribí un te quiero y un pequeño corazón, algo deforme. No pretendía que el mar lo borrara, no quería librarme de esa roca. No. Al lanzarla, solo quería que llegara a lo más profundo, que no se moviera de allí, para que así, nuestros nombres juntos estuvieran a salvo bajo el mar y no se borraran nunca, no se separaran jamás. Es posible que esté tonta. Puede ser que haya leído demasiados libros. O visto demasiadas películas de esas románticas que ponen a veces los findes de semana. Pero, ¿sabes qué es lo más probable? Que lo haya echo porque estoy enamorada. De ti. Sin vuelta atrás.
 ~Marina.

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