Tú, que llegaste por casualidad.

-Chica, relájate un poco, para de pensar en lo mismo. Desconecta. Olvídate de la tristeza, de él, de todo lo malo.
+No puedo.
-¿Por qué?
+Porque estoy enamorada de él, y las personas enamoradas solo podemos pensar en eso. Nuestro universo se reduce en una persona, y nuestra felicidad depende de ella. ¿Qué crees? ¿Que no me gustaría pensar en los ochocientos mil exámenes que tengo esta semana, en el calientamiento global, en la política o en si va a llover o no? Si, algunas veces claro que me apetece desconectar, como tú dices. Pero le quiero. Y eso me impide pensar en cualquier otra cosa, porque todo pierde sentido, sea lo que sea, sientes que todo aquello que no tenga que ver con él, apenas tiene importancia.