lunes, 25 de junio de 2012

Que parece que es jugar a hacerse daño~

Hoy soñé que caminaba contigo agarrado de mi mano. Cuando desperté, mi mano solo apretaba la almohada. Me quedé con las ganas de tenerte tan cerca, el pensamiento irritante que dice que las cosas siguen igual, aquel que grita que no me quieres, y la absoluta certeza de que jamás llegarás a hacerlo. Sí. Llevo casi un mes aferrándome a un sueño, porque es lo único que me queda de ti.
Continúa pasando de mí, pero, que sepas, que lo que a ti te da igual, a mí me hace daño.
Dices que te preguntas cuando llegará esa persona que cambiará tu vida.
Bien. Yo también me lo pregunto, yo también la espero. Sí. A esa persona que me alegre el día con solo verla, que haga que mi corazón se acelere, que haga que mis ganas de besarlo se multipliquen con solo tenerlo cerca. Que me haga llorar, pero de la risa.
La diferencia es que yo tengo la respuesta, sé quien es esa persona que ya ha cambiado mi vida. ¿Adivinas la respuesta? Por mucho que digan que no llore, que no merece la pena, que sea feliz, que pase, que me olvide, o incluso, que no debería haberme enamorado de un idiota como tú, yo te sigo esperando. Porque, ¿sabes? Una no elige de quién se enamora. Aunque, la verdad, es que a veces pienso que de haber tenido elección, también me habría enamorado de ti, de la misma forma, con la misma dosis de estupidez que conlleva. Porque eres perfecto. Podría describirte con millones de adjectivos, pero ese te define totalmente. Te quiero. Y puede que no lo leas nunca, que no te enteres. Pero yo necesito decírtelo. TE QUIERO.

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