lunes, 4 de junio de 2012

Asi que, se trata de eso;

Después de todo, ¿es eso? Ahora las piezas encajan, así de fácil, ¿no?: otra chica. Una chica perfecta. Bueno, no tanto, tan solo mejor que yo. Una chica rubia tal vez, de ojos claros. O, bueno, simplemente, preciosa, independientemente del color de sus ojos o el tono de su piel. Popular, interesante, amable... Todo lo que yo no soy, lo que nunca seré, y más, mucho más. No tengo un nombre, pero me la puedo imaginar perfectamente, una chica como tú, echa a tu medida, alguien que no soy ni seré yo. Pues...te aseguro que no he llorado. Aún es pronto, porque todavía no ha llegado la hora de irme a la cama, y tal vez, en una media hora escasa esté llorando como una magdalena, pero lo único que he echo hasta ahora es ponerme los cascos, darle al modo aleatorio del reproductor, y poner la música a todo volumen. Y ahora, ¿qué se supone que va a ser de mí? Si me hice fan de tu sonrisa, si era algo que necesitaba como el aire, si me acostumbré a esta sensación de echarte de menos sin ni siquiera tenerte, si un saludo tuyo era como un chute de felicidad, si me ayudabas a combatir el estrés, el agobio, solo con tu nombre en la lista de conectados, si eras el motivo por el cual me ponía guapa cada viernes, la razón por la que sonreía sin motivo y reía sin razón. Si eras mi luz, mi punto de apoyo. ¿Qué hago yo ahora, sin ti?
Te he echado de menos, todo este tiempo, he pensado en tu sonrisa y en tu forma de caminar...

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