
Ya no somos las
mismas, somos personas diferentes, no recordamos momentos en los que estábamos juntas
y en cada segundo dibujábamos juntas una sonrisa, y poco a poco esos momentos
que eran solo nuestros fueron desapareciendo hasta hacerse pequeñitos, hasta
que llego el momento en el que una no disfrutaba de la otra, en el que los
segundos ya no llevaban una sonrisa dibujada por las dos. Llegaron momentos en los
que nos enfadábamos, discutíamos y pensábamos que ese futuro que habíamos soñado
durante tanto tiempo juntas, a lo mejor no iba a llegar, que firmamos un
siempre y se esta borrando, tantas lagrimas caídas encima del papel han hecho que
nuestras firmas empezaran a desaparecer. Que no la quiero perder nunca, jamás,
pero esa no es solo mi decisión también es la suya, porque no consiste solo en
que yo quiera o no, consiste en que las dos queramos. Si ya no me quieres como
lo hacias antes, lo entiendo, tienes todo el derecho del mundo, pero lo que te
pido, lo único que te pido es que no me hagas lo que me haces porque yo si te
sigo queriendo como antes, incluso más.
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