jueves, 24 de mayo de 2012

I've been addicted to you since we first met.

Hoy no había sido un buen día. Ya desde el principio, no me levanté de buen humor, me dolía todo el cuerpo y no tenía ganas de nada, como el resto de la semana. Un par de personas me preguntaron qué me pasaba, insistieron, y si eso normalmente no me gusta, hoy lo odiaba, me ponía de mal humor y apenas podía contenerme, porque la única persona a la que le habría agradecido que me preguntara, eras tú. Y apareciste. A las 21:38, exactamente, me saludaste. Bueno, esa es una manera de decirlo, pero la verdad, es que simplemente, me alegraste el día. Compensaste toda una semana de lágrimas con una conversación absurda, en la que ninguno dijo prácticamente nada, pero ya ves, a mi me bastó. Apenas me lo creía, parpadeé varias veces para creermelo, y apenas podía oir, porque el latido de mi corazón ahogaba el resto de sonidos. Me puse a bailar como una loca, grité, canté, y me di con la pata de la mesa en un dedo del pie durante uno de mis bailes salvajes y alocados. Pero no me importó. Estaba feliz.

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