martes, 23 de diciembre de 2014


Tienes la cara de un niño al que acaban de sorprender en plena travesura. O cuando acaba de romper algo. La cara de Pandora justo antes de abrir la caja. La cara de un infiel al que le preguntan qué ha hecho por la noche.
Tienes la delicadeza de un cambio de estación; el frío del invierno y el alivio del verano. El misterio de todos los lugares en los que no he estado todavía. Tienes en tus manos el único camino que no lleva a Roma. Tienes la miel en los labios. Y la sensación de querer repetir.
No creo en el amor, ni en la sonrisa de la fortuna.
Creo en las personas.
Y sin embargo, te he visto ser suerte y me gustaría tenerte.

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