sábado, 25 de mayo de 2013

Mi corazón de repuesto, se muere por latir siempre a tu lado.

-El problema es que me acuerdo de todo. Me acuerdo de aquella vez que me dejaste helada de frío y te fuiste a tomar algo con tus amigos. De aquella vez que me colgaste cuando más te necesitaba. De cuando zorreaste con mi mejor amiga delante de mí. Cuando me dejaste en ridículo y te sumaste a todas las risas. Cuando encontré un pintalabios rojo caído en el asiento del copiloto de tu coche. Me acuerdo de todo.
-Deberías odiarme.
-Si. Si, joder, debería hacerlo. Debería darte puerta y odiarte con todo lo que me queda. Pero es que no paro de pensar en aquella vez, cuando aún no sabía ni tu nombre y me sujetaste la puerta a mí y se la cerraste en las narices a aquel pivón que iba detrás de mí. Y esa vez, cuando mi madre nos pilló dándonos un beso y tú me salvaste el culo. Tus cuentos antes de dormir, tus llamadas diciéndome que te apetecía escuchar mi voz, tu facilidad de aplacarme con una sonrisa y tragarte el orgullo sin más. Cuando llegaba la hora de irse a casa y tú me abrazabas con más fuerza, cuando me hacías rabiar para pellizcarme la nariz y darme un beso en la frente. Esa vez que te piraste de clase para aparecer en mi ventana con un letrero que ponía "te quiero". Joder, claro que lo he intentado. He intentado odiarte, pero incluso odiándote, no dejé de quererte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario