miércoles, 23 de enero de 2013

Never too late.

No creo que algo pueda durar para siempre. No sé. Míra allí, ¿lo ves? Es aquel peluche que juré que nunca echaría de mi cama. ¿Y eso? Es el libro que prometí no dejar nunca de leer. ¿Y allí? ¿Qué ves allí? Allí solía estar la cajita con las figuras que me encantaba mirar, esas que prometí no cambiar de sitio nunca. No, claro. Ya no las puedes verlas, porque ya no están. Desaparecieron. Y sin embargo, cada falso para siempre a veces vuelve. Vuelve cuando parece que es tarde. Porque ese "never too late" también es mentira. A veces no se puede volver atrás, a veces debes resistirte a dejar que alguien ponga todo patas arriba. A veces no puedes esbozar una sonrisa y admitir que nunca es tarde para arreglar los errores que pudiste cometer. No. No creo en los para siempres. ¿Quieres hacerme cambiar de opinión? Haz lo que quieras; sé que acabaras desapareciendo.


6 comentarios:

  1. Me encanta tu blog, es perfecto, como todo lo que escribes. Me siento muy identificada con todas tus entradas; yo tampoco creo en los para siempres.
    Un beso, preciosa.

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  2. Muuuuuuuuuchas gracias por pasarte, eres un cielo :)
    Un beso <3

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  3. Algunas cosas desaparecen para dejar paso a otras nuevas y mejores.
    Buen texto; gracias por pasarte:)

    besos (con sonrisas)

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  4. eh eh eh, me acabo de enamorar de tu blog! Escribes genial, sigue asi. Nunca dejes de hacerlo. Me encantaria que te pasaras por el mio, un besito desde
    http://neverbeafraidoftheend.blogspot.com.es/

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  5. Eh, eh, eh, muuuchas gracias, me alegro de que te guste y por supuestisimo que me paso, encantada, además. Un beso :D

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