"¿Soy la única que ha visto que tus ojos podrían ser los míos?"

Zas.
Otra, otra palabra, otra más a la colección, otra de las que duele. Y esta vez, ha sido un te quiero. Ha sido un "con lo que yo te quiero", en el mismo contexto de broma, con el mismo número de "jas" detrás. Ay, duele.

Y hoy, este es mi problema. Mi problema es que no puedo dar ni un paso en mi propia ciudad sin que algo, cualquier gilipollez, me recuerde a ti. Mi problema es que el mundo entero se calla, se absorbe, cada vez que paso por esa calle. Y cada vez que miro ese banco nos veo a nosotros, se me pone la piel de gallina y no precisamente por el frío. Claro, tú no sabes lo que es. Tú te quedas riéndote, gastando bromas a distancia, y mientras yo me quedo aqui, echándote de menos, sintiendo que me falta una puta pieza para ser feliz, teniendo más ganas de abrazarte que de respirar, aprendiéndome de memoria tus fotos, mirando tu peluche y deseando que fueras tú el que esté ahí, esperando las veinticuatro horas un mensaje tuyo, aunque sea para burlarte, o para decirme otra mentira. Una mentira como esa, como que me quieres. Como si pudiera ser cierto. Como si alguna vez pudieras sentir lo que siento yo cuando te veo, como si tu corazón pudiera llegar a igualar la velocidad a la que late el mío cada vez que sonríes, como si tu cabeza pudiera dar tantas vueltas como da la mía cada vez que te oigo hablar, o como si en ella pudiera haber tantos recuerdos como hay en la mía, almacenados como si fueran tesoros. Como si alguna vez fueras capaz de rellenar tu cabeza con mil y una historias nuestras, increíblemente nuestras, aunque no puedan ser reales, antes de ir a dormir. Como si alguna vez, un mundo en el que estamos tú y yo juntos te pareciera más perfecto, más apetecible, como me pasa a mí, y solo por eso, no tienes ganas de otra cosa que de sumergirte en él. Como si pudieras echar de menos cada detalle, como si pudieras echar de menos hasta la calidez de las calles cuando caminaba a tu lado o lo cómodo que resulta todo cuando te tengo cerca, cuando te miro, a centímetros de mí, . Lo segura que me siento. Como si hubiera encontrado mi puto lugar en mundo. Como si algún día pudieras saber lo que se siente al no tener ganas de nada, solo de ti.