viernes, 15 de junio de 2012

Te quiero por impulso, por definición. Sin poderlo evitar.

Y cada vez que te tengo cerca, el pulso se me acelera, como si el corazón quisiera decirme que te quiero con cada latido. Como si no fuera evidente. Como si pudiera dejar de mirarte, como si pudiera dejar de sonreír o aparcar esa sonrisilla tonta. Como si no me ruborizara cuando te tengo al lado, ¿ves? Gestos, detalles, signos. Y cada cual, grita lo que siento con más intensidad. Es algo inevitable, como un impulso. Me dejas sin oxígeno.

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