lunes, 18 de junio de 2012

Out; estoy fuera.

Eh. Relájate. Afloja el ritmo. Calma.
Porque hoy no estoy para nada ni para nadie. Porque no hay cosa que más me apetezca que meterme en la cama, con los cascos puestos, o con un libro entre las manos. Porque en días como hoy, desearía que las clases no acabaran. Verano significa más tiempo para pensar en ti, y me niego a seguir haciéndolo, porque cada vez que te recuerdo, tu imagen se clava más hondo, y la certeza de que no te voy a tener cerca de mí, que no podré abrazarte o decirte que te quiero, se hace más insoportable. Asi que solo me queda eso; mantenerte lejos. Muy, muy lejos. No quiero acordarme más, porque no quiero seguir pendiente de ti para que no sirva de nada, solo para seguir dándome ostias yo sola. Pensé que un mundo en el que tú eras el príncipe y yo la princesa era posible, llegué a creer que estaba cerca, que era real. Supongo que me equivoqué. Metí la pata hasta el fondo. Siento haberlo echo. Lamento haber cometido ese error, porque solo me ha servido para pasarme un mes y medio soñando con algo que ni siquiera existía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario