martes, 8 de mayo de 2012

Todo comenzó con un intercambio de miradas♥

Hoy te eché de menos, mucho, más que nunca. ¿Por qué? Soñé contigo. De nuevo. Sé que fue precioso e inovidable, porque aunque suelo olvidar todos mis sueños, este permaneció ahí, intacto. Recuerdo tu camiseta, azul y tus pantalones vaqueros rotos. Yo volvía de clase, tú estabas en aquel parque que seguramente ni exista en la realidad, y nada más verme, sonreiste. Y aunque tu sonrisa en sueños no es tan maravillosa como en la realidad, también se me paralizó el corazón, y casi sin darme cuenta, estaba a tu lado. Hablamos, y por razones que solo mi subconsciente entiende, no paré de hablar de yogures. Ya ves que bobada. Y cuando cualquier persona se habría cansado y me habría mandado a la mierda, tú lo dijiste, en apenas un susurro, dijiste: Te quiero. 
Ojalá las cosas fueran más fáciles. A veces, me gustaría una chica mucho más guapa, y más lista. O tener una personalidad estupenda, impredecible, para que te den ganas de estar hablando conmigo todo el día para ver si así consigues conocerme, conocer esa personalidad tan insólita, tan interesante. Pero esa no es la realidad; soy una chica normal, con cientos de manías. Y a pesar de todo, no estaría dispuesta a cambiar ninguna de mis manías o de mis defectos. Ya que, si algún día vas a quererme, prefiero que quieras a la chica que soy, y no a la chica que quiero ser, la que oculta sus verdaderos gustos, la que se pasa el día fingiendo para que sigas a su lado. ¿No crees que es mejor una chica verdadera, que una perfecta?
 

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