sábado, 5 de mayo de 2012

No sé ser sin ti.

Huí. Te vi, y huí. Pero no era por ti, por supuesto. No sé qué pasó. Me sonreiste, los cinco segundos que me miraste e inclinaste la cabeza para saludarme, de lejos, esbozando una sonrisa, antes de pasar de largo. Eso fue suficiente, me temblaron las rodillas. Sonreí. Me sentí estúpida, con un paraguas verde, y tú, como siempre, perfecto. Me sentí pequeña. Mis amigas te miraron, y se rieron. Supongo que sintieron curiosidad, y fueron a verte. Con eso bastó; me dio vergúenza, necesitaba correr, y lo hice. Ahora me siento estúpida, muy, muy estúpida. Solo espero que no te hayas dado cuenta, pero bueno... añádelo a la lista de errores que he cometido contigo.
Con una sola sonrisa tuya, mi felicidad dura 24 horas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario