No sé muy bien qué decir. No es posible que algo así haya pasado. Mejor
dicho, que haya estado a punto de pasar. Es increible, casi ni me lo
puedo creer; he rozado la felicidad con la punta de los dedos, una
felicidad junto a ti, tan cerca... Casi ni me importa el echo de que,
posiblemente, haya desaprovechado una oportunidad casi única. No, lo
único que puedo pensar en este momento, es que hubo una oportunidad, lo
cual parecía tan sumamente imposible que...
Dios, necesito volver a
verte. Porque hoy, tu sonrisa aparecía cuando me mirabas. Lo tengo
clarísimo, me aferraré a la próxima ocasión y no la dejaré escapar.
Ya tengo claro que la vergüenza,
no es motivo suficiente para perder la oportunidad de ser feliz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario